… Y la imagen se hizo arte en la cámara de Jesús Celma

Jesús Celma explica el contenido y el sentido de sus fotografías.

De izquierda a derecha, Carme Sabater, Ramón Mur y Jesús Celma, en el acto de inauguración de la exposición ‘Momentos en el tiempo’.

‘La parada del Compte’, marco incomporable para una exposición de bellas imágenes. Fotos de Sigrid von der Ter.

Ramón Mur

Belmunt, 1 de agosto.- La exposición de fotografías ‘Momentos en el Tiempo/ Moments en lo temps’ está ya a la vista del público, cliente o no, del hotel ‘La Parada del Compte’ y su restaurante ‘El Andén’ hasta el 30 de septiembre. El sábado último de julio se inauguró esta muestra de 27 fotografías captadas por la cámara de Jesús Celma de La Codoñera. Entre Jesús y Carme Sabater, la directora del hotel, han montado una exposición que muestra en imágenes ‘momentos’ que transcurren en el tiempo del Bajo Aragón.

Jesús quiso que yo fuera el presentador de su exposición y esto es algo de lo que dije en la inauguración de la muestra: “Tinc el gust de presentar la exposició de fotos de en Jesus Celma en aquet hotel de La Parada del Compte que vol fer també de museu i sala de exposicions. La Carme Sabater vos parlará de la vocació cultural que tenen ella i el Carlos Sanchez i el Alfredo, el seu fill. Jesús Celma vos exposará el contingut i el sentit de les 27 fotos que ha penjat de les parets de aquet hotel de les lletres i de les arts. I jo tinc que presentar al autor, al fotògraf.

“Jesús Celma es un alarife de La Codonyera, población del valle del Mezquín del Bajo Aragón. Esta palabra árabe –alarife- quiere decir maestro de obras o arquitecto, aunque sin el sentido que hoy tiene la arquitectura entre las profesiones liberales. El alarife es un experto o perito en cualquiera de las artes auxiliares de la construcción. Y eso es Jesús Celma: un maestro en la obra que levanta, un inspirado artesano y, precisamente por el desarrollo diario, cuidado y vocacional, de su faena o quehacer, un inspirado artista.

Desde hace años, y no sólo por hobby o afición sino ya como un consumado autor de instantáneas artísticas, Jesús cultiva la fotografía y ha realizado varias exposiciones locales, sólo o en compañía de otros como Jesús Pallarés. Celma es un contemplativo de la naturaleza, de la vida en general y sus fotos son fruto de la contemplación. Baste aquí citar como ejemplo la vista de La Codonyera entre las sombras de un atardecer, nublado y soleado a la vez, que ilustra la portada del libro ‘Fets i temps de La Codonyera’ de José Miguel Gracia. Las fotos artísticas de Jesús Celma surgen de su inspiración mental manipulada por sus manos de alarife creativo. Manos de palma o pala amplia y dedos alargados. Manos de creador, manos expertas en restregar el algeps con la paleta: todo un arte que los Celma – Jesús, su padre, sus hermanos, su tío y su primo- practican como nadie y que sólo está reservado para algunos escogidos”.

Celma dijo el sábado que no es del todo cierta la afirmación de que “una imagen vale más que mil palabras” sino que la palabra, el texto, la literatura invitan a reflexionar sobre cualquier imagen plasmada a través del objetivo de una cámara fotográfica. Todas las fotografías de la exposición “Momentos en el tiempo” están, por tal motivo, acompañadas de textos de grandes escritores y pensadores escogidos por el propio Jesús Celma.

Y por ese mismo motivo, el acto de inauguración de la Exposición concluyó con esta hermosa cita que, cómo no, ha sido desempolvada por Jesús Celma: “La fotografía no es deporte vulgar, sino ejercicio científico y artístico de primer orden y una dichosa ampliación de nuestro sentido visual. Por ella vivimos más, porque miramos más y mejor. Gracias a ella, el registro fugitivo de nuestros recuerdos conviértese en copiosa biblioteca de imágenes, donde cada hoja representa una página de nuestra existencia y un placer estético redivivo.
“Y es algo más. Constituye también medicina eficacísima para las decadencias del cuerpo y las desilusiones del espíritu; seguro refugio contra los golpes de la adversidad y el egoísmo de los hombres. De mí sé decir que olvidé muchas mortificaciones gracias a un buen cliché, y que no pocas pesadumbres crónicas fueron conllevadas y casi agradecidas al dar cima a feliz excursión fotográfica”. SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL: ‘Los elementos de la fotografía’, en ‘La fotografía de los colores’, 1912.