Joaquín Carbonell, un aragonés orgulloso de serlo

(Prsentación de Joaquín Carbonell en la entrega del premio Mirador de Bajo Aragón, el 22 de septiembre de 2012)

Joaquín Carbonell con la portada de su último libro, mucho más que una biografía de José Antonio Labordeta.

Ramón Mur

Joaquín Carbonell, cantautor, periodista y escritor es nada más y nada menos que un aragonés, nacido en Alloza, orgulloso de ser aragonés. Por eso es un acierto del Ayuntamiento de Belmonte y de la Asociación Cultural ‘Amigos del Mezquín’ el haber acordado concederle el ‘Premio Mirador del Bajo Aragtón’ en su décima edición. Porque con ese objetivo concede nuestro pueblo esta distinción: el de reconocer, desde una población tan pequeña como la nuestra, auténtico mirador de la Tierra Baja, del Bajo Aragón, los méritos que concurren en aquellas personas que con su talante personal, con su saber y en el ejercicio diario de su profesión, destilan aragonesismo del auténtico y dan a conocer a Aragón allá por donde pasan.

Con igual motivación se distinguió a las anteriores personas que recibieron el Premio Mirador y entre las que destaca José Antonio Labordeta, el primero que lo recibió allá por el verano del año 2000. El profesor Eloy Fernández Clemente, al conmemorar los 30 años de autonomía de Aragón, ha escrito en el último número de la revista ‘Rolde’ que “la muerte de José Antonio Labordeta, con su enorme repercusión popular, fue un aldabonazo que nuestros representantes no supieron o no quisieron escuchar: ese es el tipo de político que queremos, preparado, sincero, trabajador, cercano”. Este no ha sido y no es el caso de Joaquín Carbonell quien, esta misma semana, el pasado 19 de septiembre, ha presentado en Zaragoza su libro titulado ‘Querido Labordeta’ en el que reconoce la vida y la obra de una aragonés irrepetible porque supo como nadie concitar el aprecio de aragoneses de todas las generaciones y de todos los colores ideológicos. El olvido de Labordeta, si se ha producido en alguien, no ha ocurrido en el caso de su gran amigo y admirador Joaquín Carbonell, uno de los mayores ‘labordetianos’ conocidos.

Joaquín Carbonell, además de destacar en su faceta de cantautor, la que no estoy especialmente preparado para juzgar, es un periodista batallador de los de a diario, en su columna de ‘El Periódico’ como crítico de televisión. Carbonell, sorprendido y con los ojos a cuadros ante tanto programa disparatado, es un punto de referencia para pensar, al menos un momento, sobre nuestra realidad actual en la que tanto se buscan grandes audiencias y se piensa tan poco. Recuerdo que uno de sus últimos comentarios concluía con el estupor que le producía que un determinado programa, vacío de todo lo que no sea superficialidad, podía alcanzar cotas tan altas de telespectadores.

Como escritor, Carbonell ha escrito de todo, novela, ensayo y biografías como la de José Iranzo, el Pastor de Andorra, De todo, ha escrito de todo sobre Aragón. Es ilustrado, ácido, imaginativo y también muy divertido. Les recomiendo ‘Aragón a la brasa’, del que es autor junto a Roberto Miranda.

Si los vecinos de Bellmunt tuviéramos que escribirte una carta, querido Joaquín, de esas que ya no se escriben, podría ser más o menos así:

Querido Joaquín: Esperamos que al recibo de ésta te encuentres bien así del alma como del cuerpo. Por aquí, todos bien (g. a d.) aunque una ‘mica embolicats’ con esto de la crisis y esa prima, la de riesgo, que no nos deja ni a sol ni a sombra. Por eso te hemos llamado para que nos alegres un poco los ‘sancosmes’ de este año y para pedirte que no dejes ser el aragonés, discípulo predilecto de Labordeta, que siempre fuiste y sigues siendo. Un afectuoso saludo de todos los ‘belmuntans’ y felicidades por ser nuestro nuevo MIRADOR DEL BAJO ARAGÓN.